Primera Parte
Por donde comenzar? Siempre había escuchado esa frase de "en cuestión de segundos puede cambiar tu vida" y nunca la había visto tan real como hasta hace 5 meses en que mi vida y la de mi familia cambió radicalmente sin anuncios y casi de un día para otro. No soy una persona que le guste contar mucho lo que vive o siente más que a mis más allegados, y menos algo tan personal, pero hay varias razones por las que creo que es importante contar lo que viví:
1. Para sanar debo comprender lo que viví y ser capaz de aceptarlo y sí, (entre de otras cosas) viví una depresión a partir de una semana previa a mi "desembarazo" y potenciada totalmente después de éste. 2. Hay más mujeres como yo que lo viven y es importante hacerles saber: "NO ESTAS SOLA!", lo viven algunas que tienen la dicha de llevarse a su bebé a casa y también las que no tuvimos esa suerte y en ambas vivir este proceso es muy real y muy válido. 3. Invitarte a orar, se necesita TANTA oración por todas las familias que tienen un hijo en la Unidad de cuidados intensivos (UCIN), que viviendo en un mundo donde todo es "más sencillo" o donde el problema no es si mañana seguirá vivo o no tu familiar (Suena crudo pero en mis 2 meses en UCIN vivimos tantas historias) no piensas mucho en lo que pasan las personas en estos lugares.
4. Porque mis hijas SON UN MILAGRO! Una prueba clara de que sólo DIOS es el dueño de toda vida y cuando Él da vida, la da en abundancia y con ganas de guerrear para que sea así. Decidí seccionarlo porque es una historia un poco larga y si te sientes identificado o tu también tienes un bebé en UCIN o viviste algo así y quieres platicar aquí estoy. No tengo todas las respuestas pero puedo escucharte y quedarme callada para que te desahogues.
Al inicio de mi embarazo como estaba tan emocionada de que tendría 2 bebés comencé a "intensear" bastante en cuidados, fui con mi nutrióloga para tener una dieta saludable y saber como nutrir a 3 personas con cada comida, me la pasaba buscando cursos psicoprofilácticos o terapias para padres primerizos con tal de saber atender a las bebés, (y volteo para atrás y me causa gracia porque ningún curso podía prepararme para lo que estaba por venir), cremas y cremas para las estrías... Di con una muy buena marca mexicana por cierto... A pesar de mis múltiples intentos por mantenerme saludable durante mi embarazo tuve algunos sangrados y me dejé estresar por tonterías que no ayudaban. Y para finales de la semana 27 mi ginecólogo me dice que tenía que buscar ayuda porque de una semana a otra pase de nada a un inicio de preeclampsia y tenía que buscar a un médico internista que viera por mí y un pediatra neonatólogo para que viera por mis bebés ya que muy pronto (en 1 o 2 semanas máximo) nacerían mis hijas. En ese punto la verdad el agradezco a Dios que enviara a las personas más acertadas para ayudarnos, entre ellos la doctora Juana María cuidando de mí y cuidando de mis bebés el doctor Hugo, con ambos estamos totalmente agradecidos.
4 días más tarde, un martes 12 de junio me tuve que internar porque el problema ya se había convertido en una preeclampsia con datos de severidad, que podía afectar tanto a las bebés como a mis órganos que comenzaban a no cumplir ciertas funciones y sin ayuda médica constante no se podría controlar nada y corría peligro la vida de las 3.
Para esto es importante mencionar que jamás en mi vida me habían internado por nada, siempre le tuve miedo a las agujas y ahora estaba día y noche con 1 catéter en cada brazo, inyecciones y exámenes de sangre todos los días. Si estaba ahí era por ellas, para que nos ayudarán y mi embarazo pudiera continuar. Al segundo día de mi internamiento estalló la bomba y me dan la noticia de que no estoy mejorando, que mis bebés ya no estaban creciendo y su salud se deterioraba y la única solución era practicarme un "desembarazo", y que sólo esperarían a aplicarme un medicamento que esperábamos ayudara a madurar los pulmones de las bebés. Me daba tanto coraje pensar que se supone me internaba para controlar y extender el embarazo no para que terminará todo. La simple idea me desgarraba el corazón, porque ya no podría seguirlas cuidando, sintiendo, platicando con ellas, ahora tendrían que nacer, y aún eran muy pequeñas, una de ellas iba baja en peso y la verdad nunca había escuchado de bebés de 600g de peso. No sabía si sus órganos ya estarían completamente formados y funcionando, si sus pulmones serían lo suficientemente fuertes como para soportar respirar. Estaba tan decepcionada, triste, enojada, no quería ver a nadie, que se me acercara nadie, incluso deje el celular.
-Lesslie Blanco
Comments